A los 5 años, la mamá de "no revela su identidad" fallece, los motivos del deceso son desconocidos por él…
-Mi viejo trabajaba todo el día y nos crió él solo… Eran tiempos difíciles, el trabajo que no sobraba… me parece que no hay que ver para atrás, solo para adelante y salir a flote.
Su infancia transcurrió en Santiago de Chile junto a sus hermanos y hermanas. Abandonó la escuela para salir a trabajar.
-Yo estaba en la construcción con 13 años, la escuela la dejé en 4º grado, mi viejo necesitaba ayuda, mis hermanos varones y yo salimos para llenar la olla mientras las mujeres se quedaban y hacían las cosas de la casa, ellas si terminaron el primario, por suerte se casaron con buenos hombres y ya formaron su hogar. Y a los 15 me ofrecieron trabajar como ayudante de panadería.
A fines de los cincuenta mientras "no revela su identidad" trabajaba como ayudante de panadero conoce al “Porteño” (Carlos María Pietrabonne).
-No me acuerdo si en el ´55 conozco al Porteño, era un argentino que andaba medio fugado en Chile y trabajaba en la panadería que yo estaba y a veces hablábamos de política o fútbol. Él me ayudaba y me decía como hacer mejor el trabajo. Él contaba a veces sobre lo que hacia en Buenos Aires o en Uruguay, anduvo por muchos lados.
En esas charlas de trabajo Carlos María Pietrabonne le contó a "no revela su identidad" sobre sus aventuras en Buenos Aires y Montevideo.
-El Porteño) contaba sobre un cubanito, en mi vida había escuchado sobre eso y él decía que no le había ido muy bien.
Para 1956 "no revela su identidad" se establece en Bahía Blanca.
-Me tuve que ir de Santiago (Chile) por unos problemas … tenia unos primos viviendo acá en Bahía… en Villa Rosario, recién comenzaba a crecer el barrio, me fui de Chile sin nada, solo la dirección de mis primos en Argentina.
-Al principio me metí en la construcción, me acuerdo que salía del laburo los sábados al mediodía y pasaba por la cancha de Villa Mitre, a veces me metía a ver algún partido, en el barrio casi todos son “villeros”, pero no sigo yo mucho al fútbol, no entiendo ahora como los pendejos se matan por eso. Es que están tan al pedo. Entonces me acuerdo que mientras algunos vecinos gritaban por el gol yo miraba para un costado a los vendedores y veía que trabajaban bien. Entonces me acordaba lo que me decía el Porteño sobre la venta ambulante y me animé entonces a vender en la cancha y juntar unos mangos más.
-Vendí de todo y en cualquier parte. Chorizos, golosinas, antes no era como ahora que tenés de todo parea la venta, un gil no sabe que vender ahora. Banderitas y binchas vendí mucho tiempo hasta que se llenó de vendedores de eso y se cortó el negocio. No andaba con mucho trabajo de albañil, la venta en la calle estaba difícil, eran la época de los milicos y eso no ayudaba para la venta ambulante. Los milicos te sacaban todo al carajo, no les importaba nada, y esta bien, había cada croto en la venta, y esto no es para cualquiera. A parte tenías que arreglar algo con ellos, si vos sabes de esto podes laburar pero muchos otros no saben nada y entonces la cagan enseguida.
*La entrevista fue efectuada a "no revela su identidad" durante los meses de julio y agosto de 2004
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